martes, 10 de febrero de 2009

Brillantes sobre la calle gris...

Y unos segundos después de que las primeras hayan caído, ellos se aparecen como por arte de magia. Salen de grandes bolsos, de minúsculas carteras de dama, de mochilas escolares, o simplemente se aparecen de quien sabe donde.
Después de salir, ( ésta es una de mis partes favoritas ), se abren cual si fueran una de esas flores que al ver el sol expanden sus pétalos... y ¡CLUP! decenas de ellos adornan la calle gris.
Es un verdadero espectáculo observarlos desde arriba y verlos caminar solos, verlos e imaginarse que están flotando.
Hay de esos tan inmensos que parecen intimidar cuando uno les pasa a su lado, pero también hay de esos que son pequeños y raídos. Los hay, además, floreados, a lunares, rayados y lisos.
Entonces, cuando ellas terminan de caer, ellos se cierran, todos casi al mismo tiempo, los colores desaparecen, y todo vuelve a ser como antes.

3 comentarios:

Limon dijo...

el otro dia que llovio observaba eso desde el departamento, es algo hermoso la verdad ^^

Cuidate Clartita =)

King Kong dijo...

Las gotas se funden con la solidez del cuerpo y el andar de los cabellos. Algunas humedecen otras, simplemente inundan de desesperacion y mal humor, pero tambien, estan de las otras, las que bien aprovechadas nos regalan la frescura precisa para seguir encontrado ese camino de arco iris infitos, de aureas de colores multifrutales, sabores y placeres desconocidos.

Rina dijo...

Hola Clarita, una amiga tuya me recomendó tu blog, y me encantó! una de mis obsesiones son los paraguas, me encantan, y es verdad que le dan color a los dias grises. Tengo uno nuevo negro con lunares blancos y aunque no se de color creo que es muy divertido