domingo, 22 de febrero de 2009

El Grafógrafo - Salvador Elizondo

Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.

SALVADOR ELIZONDO, El Grafógrafo

lunes, 16 de febrero de 2009

Desconexión

Camino.
Pensamientos que fluyen, nadan, corren, se disgregan,
un paso, otro paso
se entrecruzan, se enlazan, pensamientos crudos y cocidos.
Camino,
pensamientos multicolores y pensamientos color sepia,
siento cada movimiento,
se inmovilizan, corren, chillan, disimulan.
Camino, monótono;
pensamientos que sueben escaleras y pensamientos que bajan escaleras.
Camin...
Desconexión.
Desconexión.
Desconexión.
.
.
.
Desconexión.
Desconex...
Camino y sigo caminando.

martes, 10 de febrero de 2009

Brillantes sobre la calle gris...

Y unos segundos después de que las primeras hayan caído, ellos se aparecen como por arte de magia. Salen de grandes bolsos, de minúsculas carteras de dama, de mochilas escolares, o simplemente se aparecen de quien sabe donde.
Después de salir, ( ésta es una de mis partes favoritas ), se abren cual si fueran una de esas flores que al ver el sol expanden sus pétalos... y ¡CLUP! decenas de ellos adornan la calle gris.
Es un verdadero espectáculo observarlos desde arriba y verlos caminar solos, verlos e imaginarse que están flotando.
Hay de esos tan inmensos que parecen intimidar cuando uno les pasa a su lado, pero también hay de esos que son pequeños y raídos. Los hay, además, floreados, a lunares, rayados y lisos.
Entonces, cuando ellas terminan de caer, ellos se cierran, todos casi al mismo tiempo, los colores desaparecen, y todo vuelve a ser como antes.

viernes, 6 de febrero de 2009

Arco iris - Mario Benedetti

A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea

sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo

sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente

y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin deseperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía

llorar
sólo llorar

entonces su sonrisa
si todavia existe
se vuelve un arco iris.
Mario Benedetti

martes, 3 de febrero de 2009

En las películas a veces me pregunto...

¿Por qué cuando llaman por teléfono atiende la persona a la que llaman y no cualquier otro integrante de la casa?
¿Por qué los extras siempre mueren con un solo tiro?
¿Por qué siempre el que muere primero es un latino/negro/chino?
¿Por qué nunca se traban al hablar?
¿Por qué cuando se están muriendo en vez de decir rápido su máximo secreto lo dejan para el final y mueren antes de decirlo?
¿Por qué cuando tienen una pesadilla siempre se levantan sobresaltados sentándose en la cama?

En fin, cosas de la vida, digo... de las películas.