domingo, 29 de marzo de 2009

La inmiscusión terrupta

Como no le melga nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí nomás le flamenca la cara de un rotundo mofo. Pero la Tota no es inane y de vuelta le arremulga tal acario en pleno tripolio que se lo ladea hasta el copo.

-¡Asquerosa! –brama la señora Fifa, tratando de sonsonarse el ayelmado tripolio que ademenos es de satén rosa. Revoleando una mazoca más bien prolapsa, contracarga a la crimea y consigue marivolarle un suño a la Tota que se desporrona en diagonía y por un momento horadra el raire con sus abroncojantes bocinomias. Por segunda vez se le arrumba un mofo sin merma a flamencarle las mecochas, pero nadie le ha desmunido el encuadre a la Tota sin tener que alanchufarse su contragofia, y así pasa que la señora Fifa contrae una plica de miercolamas a media resma y cuatro peticuras de ésas que no te dan tiempo al vocifugio, y en eso están arremulgándose de ida y de vuelta cuando se ve precivenir al doctor Feta que se inmoluye inclótumo entre las gladiofantas.

-¡Payahás, payahás! –crona el elegantiorum, sujetirando de las desmecrenzas empebufantes. No ha terminado de halar cuando ya le están manocrujiendo el fano, las colotas, el rijo enjuto y las nalcunias, mofo que arriba y suño al medio y dos miercolanas que para qué.

-¿Te das cuenta? –sinterruge la señora Fifa.

-¡El muy cornaputo! –vociflama la Tota.

Y ahí nomás se recompalmean y fraternulian como si no se hubieran estado polichantando más de cuatro cafotos en plena tetamancia; son así las tofifas y las fitotas, mejor es no terruptarlas porque te desmunen el persiglotio y se quedan tan plopas.

JULIO CORTÁZAR, Último round

viernes, 20 de marzo de 2009

Dimensional

Y en ese preciso instante, ya no existía nadie más en el mundo. Fue ahí, exactamente en ese preciso instante cuando él se presentó. Llegó, y sin saludar invadió cada centímetro de mi cuerpo alojandose cómodamente cerca del estómago. Fue ahí, en ese preciso instante, cuando conocí a ese sentimiento nuevo, desconocido, que no tiene nombre y que me resultaría imposible describirlo. Sólo sé que fue hermoso y dimensional.

domingo, 15 de marzo de 2009

Gerald

Él es Gerald, mi compañero de sueños. Difícil encontrar un duende como él...


=D

miércoles, 11 de marzo de 2009

lunes, 2 de marzo de 2009

(...)

Mientras estaba tomando mi chocolatada, inesperadamente una idea apareció. Muy despacito se sentó sobre mi regazo, era tan pequeña que sus pies no llegaban a medir ni 15 centímetros.
Estuve largo rato observando sus movimientos. Lo único que hacía era balancear sus piernas de un lado a otro mientras una sonrisa burlona se dibujaba en su rostro cada tanto...
Hasta que en un momento inesperado, se tocó su nariz con el dedo meñique y ¡SUP!, había desaparecido para convertirse en un trozo de papel, y luego para convertirse en un archivo dentro de una computadora, y luego para convertirse en un montón de letritas perdidas en la Net dentro de un blog cualquiera y hasta ahí llegó su transformación.
Quien sabe que le deparará el destino a la pequeña idea...